Rodeada de aires caribeños, grandes palmeras y abundante vegetación, Tamarindo invita a vivir una experiencia mágica.
Bajo el nombre de un árbol trópical de origen africáno, Tamarindo se inspira en la esencia caribeña y veraniega para ofrecer a sus huéspedes una experiencia única. En la increíble posada se mezclan los elementos de la naturaleza con la arquitectura contemporánea de diseño. Ofrece confort y tranquilidad, en uno de los puntos más exclusivos de Latinoamérica.
Ubicada en el casco de José Ignacio, un lugar que en la antigüedad era un pueblo pesquero y actualmente se convirtió en un gran complejo turístico elegante y tranquilo. La posada cuenta con 12 habitaciones amplias, versátiles, modernas y cálidas, con un estilo contemporáneo. Su paleta de colores hace referencia al bienestar que transmite la naturaleza y que combina playa y bosque.
Este complejo fue renovado y ampliado por el prestigioso arquitecto y decorador argentino Javier Gentile, radicado hace más de 2 décadas en Punta del Este. Javier se ocupó del diseño tanto a nivel exterior, la zona de piscina y bungalows, como del interior. Cada persona que pasa por Tamarindo logrará respirar armonía y tranquilidad gracias a su paleta de tonos apastelados con toques cálidos que ayuda a atribuir esto.
Además, la posada ofrece diversas amenities para toda la familia. Sus servicios incluyen desayuno, piscina exterior climatizada, servicio de bar a la piscina, juego de toallas para la playa, sesiones de masajes y organización de eventos especiales entre otros. Sin dudas su hito es el gran rooftop, desde el cual se pueden apreciar las mejores vistas de José Ignacio, desde el famoso faro, hasta el mar y las grandes playas.
Quienes visiten Tamarindo, sin dudas podrán relajarse y dejarse llevar por la naturaleza, la arena y el mar en los más cómodos sillones, reposeras y camastros para sentirse realmente de vacaciones.