Claudio Roncoli, artista visual argentino, expone en Arteba 2024 con Galería POPA. El evento se realizará el 30, 31 de agosto y 1 de septiembre, de 12 a 20 en el Centro Costa Salguero (Av. Costanera Rafael Obligado 1221, Buenos Aires).
El artista vuelve a exponer en Buenos Aires y elige la prestigiosa feria de arte contemporáneo Arteba. Será de la mano de Galería POPA, dirigida por Marcelo Bosco y Rodolfo “Jo” Johanes, quienes además expondrán obras de Andy Cherniavsky, Carlos Gorrirearena y Pablo Siani entre otros destacados de la escena artística.
Se destaca que, en su paso por Argentina, Claudio Roncoli expone sus famosos tótems mientras prepara “Plenty” en el Museo Raúl Lozza y una exposición junto al artista del grafiti marplatense José Dios, donde la inteligencia artificial será la protagonista.
Es un artista inquieto que no se conforma con expresar sus ideas en pinturas, sino también ha realizado murales de gran formato, esculturas públicas, serigrafía, videoarte e instalaciones realizadas en 3D y música. Asimismo, este año lanza “My Journey” su cuarto disco de música electrónica experimental.
Sus obras
Los tótems de Claudio Roncoli parecen una poderosa crítica social que fusiona lo espiritual con lo material de una manera impactante. Mientras que, los tótems antiguos servían para conectar a las comunidades con sus ancestros y la naturaleza, sus obras parecen reflejar cómo esa conexión ha sido sustituida en la modernidad por un consumismo vacío, simbolizado por los logotipos de la comida rápida.
La idea de estos tótems representa una distorsión moderna del propósito original. Es decir, de la nutrición espiritual a la material. Estas obras de Roncoli parecen invitar a la reflexión sobre cómo la sociedad contemporánea ha reemplazado las antiguas formas de búsqueda espiritual y comunitaria por una obsesión con lo inmediato y lo superficial, como la comida chatarra.
Esta dualidad en sus obras invita a una reflexión profunda sobre la dirección en la que se está moviendo nuestra cultura y cómo se han desvirtuado las conexiones más profundas en favor de lo material.
Este contraste entre el valor espiritual de los tótems tradicionales y el significado consumista de sus obras podría abrir un diálogo profundo sobre el estado actual de la humanidad y su relación con el consumismo, la identidad y la espiritualidad.