La nueva entrega de la colección celebra la belleza de las flores a través de fragancias compuestas con la precisión y el equilibrio de un arreglo de ikebana.
Se presenta durante el periodo de floración y cosecha de mimosa, de enero a marzo. Es una composición poética que irradia como un suave sol de invierno. Un aliento brillante y cálido, revela facetas sorprendentes, a la vez tiernas y empolvadas de mimosa, acentuando la sensación de caricia aterciopelada de sus borlas.
El arte ancestral japonés Ikebana
Encarna “el arte de dar vida a las flores”. Su refinamiento extremo se expresa a través de composiciones florales minimalistas. En perfecta resonancia con el amor de Kenzo Takada por las flores y el arte de vivir, Kenzo Parfums imaginó esta colección en 2023.
Se trata de una celebración de la belleza de las flores a través de fragancias compuestas. Hay una evidente conexión entre las dos disciplinas: ambas siguen una estructura similar de tres etapas, donde las notas de salida, de corazón y de fondo del perfume corresponden al equilibrio de verticalidad, horizontalidad y profundidad en el ikebana. Ambas son elaboradas por maestros en sus respectivas disciplinas, un maestro de ikebana y un maestro perfumista.
Al igual que el perfume, el ikebana eleva cada aspecto de la vida vegetal, incluyendo flores, hojas, musgo, madera y raíces. Esta fragancia fue concebida por Marie Salamagne y combina inspiraciones de Asia y Europa. “Quise reinterpretar la sensualidad empolvada icónica de Flower a través de una gran flor fusionando herencia y modernidad”, explicó la maestra perfumista.
La parte superior de la fragancia, posee un toque de kumquat, el cítrico más japonés, espolvoreado con sésamo dorado sutilmente salado y especiado. En el corazón, el absoluto de mimosa se combina con un toque marino del aire de Tanneron, capturado gracias a la técnica de FirAbs. Y se calienta con un acorde de madera de hinoki, un elegante rasgo vertical que, como en un ikebana, sostiene toda la composición.