Entre 1970 y 1972, un ícono atemporal con atractivo mundial se creó en Múnich en sólo 26 meses: la Sede Corporativa de BMW Group. Significó 3.5 millones de horas de trabajo en el sitio de construcción; también 500 constructores y 200 arquitectos, ingenieros, y diseñadores. Más de 3.000 elementos de fachada fabricados por primera vez en Europa a través del proceso de aluminio fundido de Japón. En ese momento, empleados de doce naciones construyeron el emblemático BMW. Hoy en día, colegas de más de 104 países trabajan codo a codo en este edificio corporativo y en la planta vecina de BMW Group.
Hasta la fecha, la Sede Corporativa de BMW Group en Múnich, con su construcción suspendida, es uno de los edificios de ingeniería más innovadores del periodo posterior a la guerra. Dado a que los “cuatro cilindros” están suspendidos desde una construcción de una viga de acero cruciforme en el techo. En el proceso, el edificio no se realizó de abajo hacia arriba, como se hacía generalmente, sino que los pisos superiores fueron los primeros que se fabricaron en el suelo y luego se subieron hidráulicamente al masivo “eje de la torre”; que está hecho de concreto reforzado y completado en varios segmentos.
El camino de la Sede Corporativa
En agosto de 1972, opuesta al reconocido sitio Olímpico diseñado por Behnisch y en sociedad con Frei Otto, se completó la Sede Corporativa de BMW Group en Múnich. Diseñado por el arquitecto austriaco Profesor Karl Schwanzer, el edificio administrativo se convirtió desde entonces en un ícono atemporal con atractivo mundial para Múnich y BMW Group.
Con su impresionante fachada, la construcción visionaria y el concepto espacial, la “torre suspendida”, combinan de manera única la concisión visual con una lógica constructiva y funcional. El poder innovador del diseño de Schwanzer representa a BMW Group tanto entonces como ahora; convirtiendo a la Sede Corporativa de BMW Group en un modelo de la movilidad sustentable del mañana. Celebrada en los medios como la “Sede Corporativa más impresionante del mundo”, no sólo es un símbolo de éxito económico, sino que también representa el intercambio internacional, la paz y la interculturalidad. Hoy en día, la “comunicación construida” implementada por Schwanzer señala el camino hacia una nueva era de electrificación, digitalización, y circularidad.
“La torre BMW ha dejado huella en BMW Group. Es un ícono de la arquitectura que rebosa de un espíritu pionero. Representa la conciencia y la auto-confianza de BMW Group acerca de que el progreso proviene de la innovación. Este edificio es espectacular porque no deja a nadie intacto. Cada generación de BMW Group es responsable de liderar a la compañía hacia el futuro. La Sede principal de Karl Schwanzer ha proporcionado a BMW Group un sentido de identificación en su camino hacia convertirse en un actor mundial”, destaca Norbert Reithofer, Presidente del Consejo de Supervisión de BMW AG.