El cineasta y explorador James Cameron presentó el Oyster Perpetual Deepsea Challenge junto a Rolex. Está inspirado en el reloj experimental que lo acompañó durante su inmersión histórica del 26 de marzo de 2012 a la fosa de las Marianas (hasta –10 908 metros).
El Deepsea Challenge marca un nuevo hito en el universo de los relojes de submarinismo creados por Rolex. Con garantía de hermeticidad hasta una profundidad de 11.000 metros, fabricado en titanio RLX y equipado con válvula de helio y sistema Ringlock, posee la capacidad de resistir a cualquier tipo de inmersión, ya sea en aguas abiertas, en sumergible o en cámara hiperbárica. Es decir, un reloj pensado para convertir la presión en aliada en cualquier circunstancia; y un llamamiento a ampliar un poco más los horizontes de las profundidades.
Vale decir que, afrontar el reto relojero e industrial que supuso su creación requirió varios años de investigaciones. Si bien el reloj experimental de 2012 iba fijado al brazo articulado del sumergible de James Cameron, el Deepsea Challenge se diseñó para llevar en la muñeca.
Los detalles del Oyster Perpetual Deepsea Challenge
Asimismo, desde la fabricación de la caja a la del brazalete, todo está pensado con vistas al uso cotidiano de este reloj de 50 mm de diámetro. Una proeza relojera que fue posible por el uso de una aleación de titanio grado 5 seleccionada por Rolex: el titanio RLX. Gracias a este metal robusto y especialmente ligero, su peso pudo reducirse en un 30 % con respecto al reloj experimental de 2012.
Con el fin de conferir unas proporciones ergonómicas y una estética armoniosa al nuevo reloj, se modificaron determinados componentes. Por ejemplo, se rebajó el grosor del cristal. El Deepsea Challenge se distingue de los demás relojes profesionales por un satinado especialmente marcado y por las aristas de las asas pulidas. En lo que respecta a los sistemas de extensión del brazalete —sistema Rolex Glidelock y láminas Fliplock—, permiten llevar el reloj por encima de un traje de buceo de hasta 7 mm de grosor.
El Deepsea Challenge representa todo el savoir-faire de Rolex en el ámbito de los relojes de submarinismo. Ya que, combina las principales innovaciones desarrolladas por la manufactura a lo largo de muchos años. Una de ellas es el sistema Ringlock, una arquitectura de caja patentada gracias a la cual esta puede soportar presiones extremas; la válvula de helio, que sirve para evacuar —durante las fases de descompresión en cámara hiperbárica— el exceso de presión interna que puede comprometer la integridad del reloj. También, la corona Triplock, con tres zonas de hermeticidad. Y la visualización Chromalight, que se distingue por un material luminiscente de larga duración que mejora la legibilidad.
El corazón del Oyster Perpetual Deepsea Challenge
En la caja Oyster se sitúa el calibre 3230, íntegramente desarrollado y manufacturado por Rolex. Este movimiento automático incorpora diferentes elementos patentados: el escape Chronergy y la espiral Parachrom, insensibles a los campos magnéticos. Así como amortiguadores de golpes Paraflex.
Gracias a la arquitectura de su barrilete y al rendimiento superior de su escape, el calibre 3230 ofrece una reserva de marcha de aproximadamente 70 horas. Como todos los relojes Rolex, poseedores de la certificación de Cronómetro Superlativo, el Deepsea Challenge presenta una precisión cronométrica del orden de –2 /+2 segundos al día.
Asimismo, el Deepsea Challenge luce la inscripción «Mariana Trench», además de las fechas «23-01-1960» y «26-03-2012» grabadas en el fondo. Todo un homenaje a dos inmersiones históricas en la fosa de las Marianas: la del oceanógrafo Jacques Piccard y el teniente de la marina estadounidense Don Walsh a bordo del Trieste, en 1960; y posteriormente, en solitario, la de James Cameron a bordo del DEEPSEA CHALLENGER, en 2012. Ambas expediciones llevaron a bordo relojes experimentales Rolex.
El diseño del que acompañó a James Cameron en su descenso constituyó un gran desafío en términos de tamaño y tiempo para Rolex.
Rolex: obsesión por la hermeticidad
La cuestión de la hermeticidad ha sido un pilar fundamental del savoir-faire relojero de Rolex desde sus inicios. Fue así como nació, en 1926, la caja Oyster, completamente hermética gracias a un sistema de bisel, corona y fondo enroscados a la carrura. Desde hace casi un siglo, Rolex perfecciona sistemas cada vez más eficientes (coronas Twinlock y Triplock, sistema Ringlock) para proteger el interior de sus relojes.
A fin de responder a las necesidades de los profesionales del buceo, Rolex empezó proponiendo el Submariner en 1953, con una hermeticidad garantizada entonces a 100 metros, hoy a 300. En 1967, la marca lanzó el Sea-Dweller, reloj de submarinismo dotado de una válvula de helio y con una hermeticidad garantizada hasta 610 metros de profundidad; y más tarde hasta 1220 metros.
Presentado en 2008, el Rolex Deepsea es un reloj capaz de responder al desafío de las grandes profundidades. Con su sistema Ringlock, puede resistir a la presión que reina a 3900 metros de profundidad. El Oyster Perpetual Deepsea Challenge y su hermeticidad garantizada hasta 11.000 metros abren nuevos horizontes en las grandes profundidades.