En el marco de la edición 60 del Argentina Fashion Week, Francisco Ayala presentó su colección “Urdimbres” en los Jardines del Palacio Paz.
Urdimbres es la línea otoño-invierno 2023 del diseñador y rinde homenaje a la larga tradición de saberes de las tejedoras, artesanas, artistas textiles, sastres, y modistas. También a los géneros tejidos que todos los años la firma Manos Andinas realiza para la cápsula “Ayala-Andina” en la provincia de Catamarca.
Asimismo, cada uno de los modelos de Urdimbres fueron tejidos, pintados, bordados, realizados o intervenidos con el espíritu artesanal. Sumado a materias primas autóctonas con las que el diseñador elige tejer.
“Trabajamos con el propósito de incrementar y fomentar el conocimiento de nuestra cultura a través del diseño de abrigos y de vestidos. Utilizamos géneros hechos con trazabilidad social, cultural y ambiental por lo que tienen triple impacto”, cuenta Francisco Ayala, quien preside la Cámara Argentina de la Moda. Y agrega: “El lujo para nosotros es el respeto al artesano y al medio ambiente y eso es justamente lo que estamos proponiendo en esta colección”.
En esta edición del Argentina Fashion Week el diseñador subió a la pasarela los trabajos en telar de la artista textil Clara Luz Gil. Están desarrollados en fibra de llama y lana merino; y, también, con fibras hiladas a mano combinadas con recortes de descartes textiles de la maestra tejedora Mayita Ibarlucea. Asimismo, los colores fueron elaborados en el INTI.
Otro aporte importantísimo de la colección, son los géneros de fieltro de la artista textil Susana Larrambebere; que son parte de un trabajo colaborativo que generan desde hace dos décadas.
Las prendas de “Urdimbres”
La propuesta contiene trajes cargados de volúmenes y colores. También, cómodos que se pueden usar de diferentes maneras. Las siluetas trapecio son muy amplias y los bajos matelaseados les dan estructura a los llamativos ruedos trabajados con diferentes diseños.
Además, “Urdimbres” mezcla polos opuestos. Ya que los palazos de shantung de seda van con abrigos de fibra de llama para el día. Y, también, con blusas pintadas a mano bordadas con cristales y pasamanería, para la noche.
Hay piezas de arte textil tejidas en telar o realizadas en fieltro como delanteros de túnicas XL de seda que caen desde los hombros de distintos largos para usarlas solas o con pantalones.
Como es habitual, los ponchos urbanos tejidos en fibra de llama con cierres y capuchas forradas en terciopelo son una prenda sin género ni edad; que incluyen a todos los cuerpos y lo convierten en un abrigo de alto rendimiento, ya que puede usarse durante el día o con ropa de fiesta.
Desde el inicio de su carrera, Francisco Ayala ha incluido modelos de todas las edades y tipos de cuerpo; visibilizando colectivos que están muy poco representados en el mundo de la moda.
El traje de novia es una síntesis de todas las propuestas que se ve en esta colección: un top de seda dorado, tejido al crochet, con una puntilla del siglo XIX aplicada como pechera y bordada con fibras de llama crudas que emergen del frente, espalda y mangas como si fueran pequeñas plumas. Debajo, un vestido trapecio de tafetán de seda crudo que cae con cola desde el top, formando un escultórico volumen armado por el gran matelaseado del ruedo íntegramente pintado a mano con diseños dorados.
Los detalles del desfile:
Estilismo: Claudia Pandolfo.
Puesta en Escena y Coreografía: Estudio de Danza Margarita Fernández.
Asistencia General: Profesora Macarena Gaitán.
Imagen y Prensa: Paola Brussa – Press Group.
Edición musical: Daniel Goglino.
Aros y accesorios: Byzance.
Tocados: Fabiana Pojatti.
Sombreros: LW.